Puede que nuestro país se encuentre en una situación un poco complicada en estos momentos, con un gobierno en desorden y sin que nadie sepa si vamos o venimos con el Brexit, pero hay una cosa que no nos pueden quitar, y es nuestra orgullosa herencia marítima. Basta con pensar en todos esos magníficos barcos de construcción británica del pasado: El Golden Hind de Francis Drake, el Victory del almirante Lord Nelson, el poderoso Ark Royal, el RMS Titanic... bueno, quizá ese no. La cuestión es que tenemos una envidiable historia de creación de algunos de los mejores barcos de la historia y ahora, tras un periodo de depresión provocado por el crack financiero de 2008, la industria británica de la construcción naval vuelve a estar en la cresta de la ola.

"Como apasionado de los barcos, generalmente no me impresionan los coches, pero los Bentley son la excepción. "Llevaba unos años buscando un R Type que estuviera más allá de la restauración económica en cuanto a su carrocería, pero que estuviera bien en cuanto a su mecánica básica, y apareció uno a un precio adecuado. Lo compré sin verlo en Ghost Motors, en Sevenoaks (el coche era anteriormente propiedad de Peter Rumley, miembro de BDC) y, antes de ir a recogerlo, el concesionario me paró en seco y me sugirió que lo llevara a casa."

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